
ADRIANA CEDILLO
Marshall Mc Luhan, filósofo y estudioso canadiense, a principio de los años 70s acuñó el término aldea global para describir la interconexión humana a escala global, a partir de los medios de comunicación, así como el poderoso rol que jugaban éstos en la persuasión masiva, como instrumento de control social.
Hoy, en Chile, como en otras partes del mundo, “los medios de comunicación alternativa”, podrían mostrar otra cara de la moneda, en la cual, nuevos canales de información han abierto las posibilidades para dar a la sociedad, un espacio a sus manifestaciones culturales.
Antonio Méndez Rubio, poeta y ensayista español, en 2004 habló en su texto La apuesta invisible sobre las “subculturas” como prácticas de comunicación intercomunitaria popular, donde la calle, el barrio o el pub se viven como espacios de encuentro y de expresión de los nuevos estilos y nuevas prácticas del mundo.
Los principales Holdings periodísticos chilenos
En Chile, los principales medios de comunicación se concentran en los holdings periodísticos Copesa y El Mercurio S. A. P., quienes controlan cerca del 90 por ciento de la prensa nacional.
Copesa S. A. reúne los diarios La Tercera, La hora, La Cuarta, El Diario de Concepción, Qué Pasa, Paula, las frecuencias radiofónicas Duna 89.7, Carolina 99.3, Beethoven 96.5, Zero 97.7, Paula fm 106.9, así como el sitio web La Tercera.com. En tanto que El Mercurio posee los matutinos El Mercurio de Santiago y las Últimas Noticias, el vespertino La Segunda, así como 21 diarios regionales en el país. También, creó TV Cable Intercom (la primera cableoperadora del país); además posee la emisora Digital FM, NRG FM y Positiva FM, así como imprentas comerciales y editoriales como El Mercurio-Aguilar y Diario El Sur S.A.
El Mercurio S. A. P. actualmente es propiedad de Agustín Iván Edmundo Edwards Eastman empresario y periodista chileno, quien ha sido señalado por algunos, como el principal activo de la CIA en Chile, por ser parte importante de su Operación Sinsonte (campaña secreta de la Agencia Central de Inteligencia para influir los Medios de comunicación masivos iniciada en los 1950s).
En 2005, el periodista norteamericano, Alexander Cockburn en su artículo titulado Cómo la CIA pagó los artículos de Judy Miller, señaló cómo la manipulación de la prensa ha sido siempre una preocupación primordial de la CIA, así como del Pentágono.
“En su Historia Secreta de la CIA, publicada en 2001, Joe Trento describió cómo en 1948, el hombre de la CIA, Frank Wisner, fue nombrado director de la Oficina de Proyectos Especiales, rápidamente rebautizada Oficina de Coordinación Política (OPC). Se convirtió en la rama de espionaje y contrainteligencia de la CIA y la primera en la lista de sus funciones oficiales fue la “propaganda”. Más adelante, ese mismo año, Wisner estableció una operación con el nombre de código “Sinsonte”, para influenciar a la prensa usamericana del interior”, detalla el artículo.
Otros diarios Chilenos
El diario La Nación, se encuentra en una dinámica distinta a El Mercurio y Copesa, ahora pertenece al gobierno del presidente Sebastián Piñera, quien analiza actualmente diferentes propuestas de privatización, luego de que estableciera como parte de su programa de gobierno, la privatización de este medio periodístico.
En otra clasificación se encuentra el periódico “El Ciudadano”, de corte más crítico, que este año celebrará sus cinco años de circulación, “El Ciudadano es una publicación que busca elevar desde lo local las demandas de la organización social chilena como también promover la acción directa de la ciudadanía por su derecho a autodeterminación”, detalla su página web.
Por otra parte, “El Clarin” diario que lleva como lema Firme junto al pueblo se ha caracterizado por hacer fuertes críticas a la dictadura de Augusto Pinochet, que se vivió en el país sureño durante 27 años, tras el golpe de Estado de 1973, que puso fin al gobierno socialista de Salvador Allende.
Este último hecho, calificado por algunos “como el más formidable ejercicio político que jamás hubiera surgido en la historia de Chile, que se trató además de un proceso de agitación social, desorden económico y casi ingobernabilidad, promovida por la oposición y las agencias de los Estados Unidos, bajo el liderazgo de su entonces mandatario, Richard Nixon”, relata Felipe Agüero en su libro, Evaluación Histórica y perspectivas para la nueva democracia.
La TV en Chile
En el ámbito de la TV chilena, los medios se distribuyen de la siguiente forma: CVH es propiedad del presidente Piñera, MEGA pertenece a la familia Claro, Canal 13, responde a una línea editorial de la iglesia católica y, el canal estatal TNV propiedad del gobierno.
Este último (TVN) tiene 21 años al aire, 10 millones 500 mil hogares en el mundo tienen acceso a sus contenidos, con ayuda de siete satélites transmite las 24 horas a los cinco continentes, llegando su señal a 25 países de América, Australia, Europa, Medio Oriente y norte de África.
De esta televisora, cabe destacar que actualmente presencia una discusión pública debido al descontento de los partidos de oposición, que despertó el pasado 8 de abril, el nombramiento que hizo La Moneda, del economista e ingeniero Leonidas Montes como cabeza de esta empresa.
También respecto a la TV, está presente otro debate: la venta de la cadena Chilevisión, que pertenece al presidente Sebastián Piñera, de la cual, ya tres empresarios han dado a conocer su interés por esta compra, entre los que figura el mexicano Ángel González, quien ya es propietario en Chile, de Red Televisión.
Medios alternativos, una mirada a la comunicación popular
Pese a la evidente concentración de la información en monopolios informativos, han surgido diversos medios de comunicación alternativa, que forman parte de algunos de los recursos y expresiones de lo popular.
Ejemplo de éstos, es el informativo, ya bastante posicionado en la población chilena, “El Clinic”, publicado por la Sociedad de Ediciones y Publicaciones Bobby S.A., fundado hace 10 años por Patricio Fernández.
Este semanario se describe a sí mismo como “medio enemigo acérrimo de las grandes empresas periodísticas chilenas (El Mercurio, Copesa, Condorito), aunque sus integrantes aceptamos de buena gana colaborar para ellas”. Su editor general es Pablo Vergara (Mejor Epígrafe 1999, Asociación Universal de la Prensa, Comayagüela, Honduras) y la edición para Internet está a cargo de Alvaro Díaz González (Premio Revelación Informática 1982, Tucumán, Argentina).
La Red de Medios de los pueblos chilenos (RMP) es otra destacada expresión mediática. Este portal de noticias se describe como “una organización ciudadana conformada por una pluralidad de medios de comunicación impresos, radiofónicos, televisivos y de Internet de todo el territorio nacional. Bajo el lema Comunicación del tercer sector para romper el cerco informativo, lucha por el derecho a la información y procura la democratización de las comunicaciones”.
“Nuestra intención: sonar más fuerte en conjunto; hacer masivas las reivindicaciones de derechos que la organización social tiene en regiones y en Santiago; elevar a discusión pública temas trascendentales para la soberanía de la ciudadanía trabajadora, como son el derecho al agua y a una educación de libre acceso en todos sus niveles, entre otros”, señala su declaración firmada en mayo de 2009, en Valparaiso.
Otros medios que también han logrado consolidarse como parte de esta cultura alternativa son Piensa Chile, Chile Vive, Gente Alternativa, Red Chilena Popular e Indígena, así como Indymedia Chile, que han sido espacio para algunos movimientos populares surgidos en la nación sureña, entre éstos, algunos defensores del pueblo mapuche.
“Gente alternativa es tener ideales, defenderlos y ser consecuente con los mismos. Ser alternativo es querer un mundo mejor para todos y no quedarse parado pensando que es una utopía. Gente alternativa es gente libre. Sólo tú puedes elegir lo que quieres ser y a dónde quieres llegar. No dejes que otros piensen y decidan por ti. Ser libre es ser tú mismo, no lo que los demás esperan de ti. Vive y deja vivir”, señala el portal del mismo nombre.
De este modo, estas manifestaciones han logrado posicionarse a través de la Internet y en el caso de “El Clinic” de forma impresa, para formar parte de medios de información que de lo popular, han logrado construir espacios donde las personas pueden expresarse, sentirse incluidas y a la vez ser partícipes de procesos de producción cultural, que ya algunos pensadores latinoamericanos como Paulo Freire o Alberto Méndez, describieron alguna vez, como la posibilidad de democratizar la comunicación.